6 research outputs found

    Guatemala's Pacific cetaceans: :Fifty years of history

    Get PDF
    Cetaceans have been studied in Guatemala since 1960s, but only a few scientific works based on the collected cetacean data were published. We reviewed literatures about cetaceans in Guatemala for the past fifty years to gain the biological knowledge for conservation and management plans. A total of 1,014 sighting records (1979- 2011), 62 tuna fishery by-catch events (1961-1985) and 16 stranding records (1975, 2007-2012) were obtained and analyzed with bathymetric maps and plot against maps with different anthropogenic pressures in the area. Nineteen species belonging to five different families of cetaceans, such as Balaenopteridae, Delphinidae, Ziphiidae, Kogiidae, and Physeteridae, were identified. Data sampling areas have been changed during 1961-2012. We identified several species-specific-spatial-distribution patterns. Species occurrence was higher in areas with complex topography. Although, all by-catch events were recorded offshore, species with coastal distribution occurred in areas with higher anthropogenic risk. Stranding events were reported for eight species, and occurred mainly in the department of Escuintla from 2007. Due to the great diversity in spatial-distribution patterns of cetacean in Guatemala, behavior and habitat use of cetaceans in the areas, combined with different anthropogenic risks, an integrative approach should be considered when conservation and management plans are implemented in Guatemala

    Cetáceos del Pací­fico de Guatemala: Cincuenta años de historia Guatemala's Pacific Cetaceans: Fifty Years of History

    No full text
    En Guatemala el estudio de los cetáceos inició en la década de los sesenta con los primeros registros de varamiento y captura incidental. Sin embargo, pocos trabajos cientí­ficos con datos de cetáceos han sido publicados. Con el objetivo de centralizar la información de cetáceos y obtener conocimiento biológico para el desarrollo de planes de manejo y conservación, se realizó una revisión bibliográfica de cetáceos en Guatemala que recaba información de los últimos 50 años. Se obtuvo un total de 1,014 registros de avistamiento (1979-2011), 62 registros de captura incidental (1961/85) y 16 registros de varamientos (1975, 2007-2012), los cuales se analizaron en mapas batimétricos y en mapas de presiones antropogénicas. Se identificaron diecinueve especies pertenecientes a cinco familias de cetáceos, incluyendo Balaenopteridae, Delphinidae, Ziphiidae, Kogiidae y Physeteridae. El esfuerzo y área de muestreo varió durante 1961-2012. Se identificaron diferentes patrones de distribución especie-especí­ficos. La mayorí­a de avistamientos se registraron cerca de zonas con topografí­a compleja. Aunque los eventos de captura incidental se registraron únicamente en alta mar, los resultados sugieren que especies de distribución costera se encuentran en zonas con mayor riesgo antropogénico. Se reportaron ocho especies de cetáceos varados, eventos ocurridos principalmente en el departamento de Escuintla desde el año 2007. Debido a la gran diversidad en los patrones de distribución, comportamiento y uso de hábitat de los cetáceos, combinado con los riesgos antropogénicos de la zona, es necesario que se considere un enfoque integral cuando se implementen planes de manejo y conservación marina en Guatemala

    <b>Cetáceos del Pací­fico de Guatemala: Cincuenta años de historia </b> <br/> <i>Guatemala's Pacific Cetaceans: Fifty Years of History </i>

    No full text
    En Guatemala el estudio de los cetáceos inició en la década de los sesenta con los primeros registros de varamiento y captura incidental. Sin embargo, pocos trabajos cientí­ficos con datos de cetáceos han sido publicados. Con el objetivo de centralizar la información de cetáceos y obtener conocimiento biológico para el desarrollo de planes de manejo y conservación, se realizó una revisión bibliográfica de cetáceos en Guatemala que recaba información de los últimos 50 años. Se obtuvo un total de 1,014 registros de avistamiento (1979-2011), 62 registros de captura incidental (1961/85) y 16 registros de varamientos (1975, 2007-2012), los cuales se analizaron en mapas batimétricos y en mapas de presiones antropogénicas. Se identificaron diecinueve especies pertenecientes a cinco familias de cetáceos, incluyendo Balaenopteridae, Delphinidae, Ziphiidae, Kogiidae y Physeteridae. El esfuerzo y área de muestreo varió durante 1961-2012. Se identificaron diferentes patrones de distribución especie-especí­ficos. La mayorí­a de avistamientos se registraron cerca de zonas con topografí­a compleja. Aunque los eventos de captura incidental se registraron únicamente en alta mar, los resultados sugieren que especies de distribución costera se encuentran en zonas con mayor riesgo antropogénico. Se reportaron ocho especies de cetáceos varados, eventos ocurridos principalmente en el departamento de Escuintla desde el año 2007. Debido a la gran diversidad en los patrones de distribución, comportamiento y uso de hábitat de los cetáceos, combinado con los riesgos antropogénicos de la zona, es necesario que se considere un enfoque integral cuando se implementen planes de manejo y conservación marina en Guatemala.</p

    Data from: Fin whale (Balaenoptera physalus) mitogenomics: a cautionary tale of defining sub-species from mitochondrial sequence monophyly

    No full text
    The advent of massive parallel sequencing technologies has resulted in an increase of studies based upon complete mitochondrial genome DNA sequences that revisit the taxonomic status within and among species. Spatially distinct monophyly in such mitogenomic genealogies, i.e., the sharing of a recent common ancestor among con-specific samples collected in the same region has been viewed as evidence for subspecies. Several recent studies in cetaceans have employed this criterion to suggest subsequent intraspecific taxonomic revisions. We reason that employing intra-specific, spatially distinct monophyly at non-recombining, clonally inherited genomes is an unsatisfactory criterion for defining subspecies based upon theoretical (genetic drift) and practical (sampling effort) arguments. This point was illustrated by a re-analysis of a global mitogenomic assessment of fin whales, Balaenoptera physalus spp., published by Archer et al. (2013), which proposed to further subdivide the Northern Hemisphere fin whale subspecies, B. p. physalus. The proposed revision was based upon the detection of spatially distinct monophyly among North Atlantic and North Pacific fin whales in a genealogy based upon complete mitochondrial genome DNA sequences. The extended analysis conducted in this study (1,676 mitochondrial control region, 162 complete mitochondrial genome DNA sequences and 20 microsatellite loci genotyped in 358 samples) revealed that the apparent monophyly among North Atlantic fin whales reported by Archer et al. (2013) to be due to low sample sizes. In conclusion, defining sub-species from monophyly (i.e., the absence of para- or polyphyly) can lead to erroneous conclusions due to relatively “trivial” aspects, such as sampling. Basic population genetic processes (i.e., genetic drift and migration) also affect the time to the most recent common ancestor and hence the probability that individuals in a sample are monophyletic
    corecore